Tras acabar los estudios, inició su labor de cartelista y obtuvo un gran éxito en el mundo del cine.
[1] Al finalizar la Guerra civil española se exilió a Francia, realizando su primera exposición en Perpiñán en 1939.
Sus primeras obras pictóricas estuvieron influenciadas por autores como Édouard Vuillard y, sobre todo, Pierre Bonnard.
En 1944 conoció personalmente a Picasso, iniciándose una amistad que duró hasta la muerte del pintor malagueño.
Al mismo tiempo inició un trabajo de ilustraciones de la obra Gargantúa y Pantagruel que le llevó a familiarizarse con una iconografía medieval que fue desarrollando en sus series sobre guerreros, reyes, reinas y caballeros.