En 1817 ingresó al colegio dirigido por los padres de Santo Domingo, destacando en filosofía y en latín.
Una grave enfermedad lo privó de poder continuar sus estudios en forma regular, debiendo dejar el Instituto.
Entonces se empleó como dependiente de la botica que poseía el doctor inglés Nataniel Cox, quien había contraído matrimonio con su hermana, Francisca Javiera.
En 1833, junto con el inicio del año escolar, comenzó su nueva e infatigable labor de enseñanza.
[2] Las acciones de Bustillos se deben entender insertas en la época que le correspondió vivir.
El país recién se reorganizaba en su vida constitucional y las tendencias imperantes, liberal y conservadora, alineaban en sus filas a la intelectualidad de la época, ubicándose Bustillos siempre al lado de aquello que él consideraba justo.
En 1840 fue elegido nuevamente diputado por Coelemu, pero ya desalentado por los sinsabores y amarguras que le había deparado la actividad política, se retiraba a la vida privada dedicándose con mayor ahínco al estudio y enseñanza de esa ciencia que había hecho su profesión: farmacéutico.
Reelegido diputado propietario por San Fernando, periodo 1837 a 1840; integró la Comisión Permanente de Constitución y la Eclesiástica.
La paz alcanzada más tarde por la República permitió que en 1862 se acordara definitivamente ocuparse de esta idea.
Este primer directorio era el siguiente: José Vicente Bustillos, presidente; Ángel Segundo Vázquez, vicepresidente; Nicolás Díaz de la Vega; José García Hermosín; Juan Segundo Miguel; Domingo Matorras; J.Miguel Saavedra; Buenaventura Bassols; Joaquín Mateluna; Manuel Delgadillo; Damián Miquel, médico-farmacéutico; Isidro Salinas, tesorero; Eusebio Vásquez; Antonio León; Agustín Durán, prosecretario; Manuel A. Mardones, secretario.
En un discurso, pronunciado a los socios farmacéuticos decía: “Un inmenso vacío que la sociedad no había llenado, dejaba aun incompleta su formación y personal.
La Sociedad se honra altamente de contarlo entre sus miembros: al elegirlo presidente, ha cumplido su deber.