Participó en las batallas de Chacabuco, Curapaligüe, Gavilán, Talcahuano, Cancha Rayada y Maipú.
Participó en la Guerra del Brasil y luchó en la batalla de Ituzaingó; poco después regresó a Buenos Aires por enfermedad.
Se opuso a la revolución de Juan Lavalle en 1828 y no participó en la guerra civil que le siguió, permaneciendo en su casa.
El abogado Valentín Alsina logró que se suspendiera la sentencia y fuera enjuiciado nuevamente.
Participó en el grupo de militares que secundaron al gobernador Juan Ramón Balcarce y al ministro Enrique Martínez en su campaña para independizarse de la influencia política del partido que secundaba a Rosas.