Fracasado ese intento se radicó en Corrientes, donde pasó largos años dedicado a diversas actividades y metido en los problemas políticos de esa provincia argentina.
El historiador José Fernández Saldaña señala que fue "Comisario de policía, agente electoral y hombre de los caciques dominantes", y su homónimo Enrique Mena Segarra afirma que "dejó bastante mal recuerdo por sus violencias".
En 1895 cayó preso por incidentes de índole política; liberado en 1896, tomó contacto con la Junta de Guerra del Partido Nacional, que preparaba una revolución armada contra el gobierno del colorado Juan Idiarte Borda.
Terra ordenó que las tropas de Núñez fueran reforzadas y enviadas a combatir al N de Uruguay, proyecto al cual Lamas y Saravia se opusieron con firmeza.
Su muerte continúa siendo un misterio y ha dado lugar a todo género de especulaciones, entre las que no se ha descartado un asesinato político.