José Luis Rodríguez Alconedo
El criollo Alconedo de carácter inquieto y turbulento según Francisco de la Maza, tenía ya antecedentes desde 1803 ante el Santo Oficio por criticar a la Iglesia, simpatizar con los revolucionarios franceses y con el saqueo que cometieron estos a las iglesias.En ese entonces se denunció así mismo, aceptó su culpabilidad y "confesó sus errores" por lo que fue absuelto.Ahí permaneció dos meses preso y siete en libertad esperando su certificado para regresar a Nueva España.Durante su estancia libre en el puerto, trabajó de platero para poderse ganar la vida, fue entonces cuando pintó los tres cuadros al pastel que se le atribuyen.[5] Tales cuadros son reputados como las obras "más exquisitas brotadas de manos artísticas poblanas."