Debido a su delicada salud, el príncipe Jorge Guillermo pasó varios largos períodos de tiempo en Egipto, ya que al estar interesado en la etnología y la arqueología, le hubiera gustado quedarse.
El conocido neumólogo austriaco Hermann von Schrötter lo acompañaba a menudo.
Su padre, el duque, visitó personalmente las excavaciones en la meseta de Giza, financiadas por Pelizaeus, en 1905.
Jorge Guillermo sirvió como capitán del 42º Regimiento de Austria.
[2] Al tiempo de su muerte, Jorge Guillermo estaba soltero y sin hijos.