El 7 de mayo salieron de nuevo para el campo carlista dieciséis hombres, y el 27 de diciembre, Joaquín Llach se presentó personalmente, con otros dieciséis hombres, al general Francisco Savalls, siguiendo toda la campaña como oficial de Intendencia, agregado a la Caballería y como Habilitado.
[2] Concluida la guerra, trabajó toda su vida para la causa carlista, figurando su nombre en todas las organizaciones locales de la Comunión Tradicionalista y contribuyendo solo con los periódicos carlistas.
Asistió a la fiesta de los veteranos de la última guerra carlista y a los aplecs tradicionalistas de Manresa, Vich, Turó Park y todos los que se realizaban en Cataluña.
Don Carlos le obsequió mucho en esa ocasión, regalándole su propio bastón de paseo.
[2] Fue el bisabuelo del cantautor catalán Lluís Llach.