Es ampliamente difundido por gran parte de Sudamérica (excepto en la cuenca amazónica, en la Patagonia y en altitudes andinas), y debido a la preferencia como ave de jaula, ha sido introducido en diversos otros países.
[5] Anida en cavidades y a veces usa nidos abandonados por el hornero (Furnarius rufus).
[8] Tiene un repetitivo reclamo, que combinado con su apariencia lo ha hecho una especie muy cotizada como ave de jaula.
Cuando están asustados pegan sus plumas y estiran el cuerpo y lo acompañan con sonidos alarmantes, generalmente reaccionan así ante un conflicto con un macho más fuerte o una amenaza como un gato o un ave rapaz.
En áreas urbanas pueden ser bastante confiados y poner sus huevos incluso en macetas o cavidades en edificios.
La disjuta población trasandina (valida) también puede ser una especie distinta y merece una evaluación detallada.