[2] La posición de un jarl se específica en la Rígsthula, una leyenda escandinava que describe al dios Ríg yaciendo con tres parejas para procrear y traer al mundo a las tres clases sociales: thralls, karls y jarls.
El poema describe cómo debe ser la imagen, el comportamiento y el tipo del trabajo que se espera de cada uno: El Earl es un título nobiliario adoptado en Inglaterra tras la conquista del rey vikingo Canuto II de Dinamarca.
En el siglo XIX, este título es únicamente honorífico y no implica ninguna función.[4]).
Un jarl era la única figura político militar, aparte del rey, autorizado para disponer de un hird, un gran séquito armado.
Su vínculo con la corona le obligaba a proveer con sesenta hombres las fuerzas reales cuando se requería.