Sociedad vikinga

Los vikingos eran expedicionarios escandinavos muy vinculados al mar que irrumpieron en la escena histórica alrededor del siglo VII y han sido objeto durante muchos años de las más fabulosas leyendas.

Sin embargo, tenían una personalidad real que ya ha sido estudiada y se refleja en su sociedad; no eran un grupo étnico, sino una especie de cofradía informal de los llamados hombres del norte, que se hizo muy popular en la Europa septentrional y con el único fin de obtener abundancia y prosperidad o bien con el comercio o sirviendo con sus armas al mejor postor.

No obstante, la mayoría tenían un carácter más de rencillas entre caudillos locales por dominar a sus rivales que verdaderas luchas entre naciones.

Por otro lado, los vikingos estaban acostumbrados a un entorno bélico desde su nacimiento, e hicieron de incursiones y expediciones su modus vivendi durante varios siglos.

El núcleo de la sociedad estaba formado por campesinos y artesanos llamados bændr,[8]​ los que constituían una clase media muy generalizada.

[9]​ Sólo en raras ocasiones eran llamados a la granja profesionales que realizaran trabajos especializados.

El más conocido fue Ulf de Borresta que no fue solo un maestro cantero del siglo XI en Uppland, Suecia, también un próspero vikingo que regresó en tres ocasiones de las incursiones a Inglaterra con grandes beneficios en el tributo denominado danegeld.

Estas estaban organizadas en una estricta economía cerrada, de manera que cada una producía por sus habitantes todo lo necesario para la vida.

Por otro lado, se dedicaban a la cría de vacas, cabras, ovejas y cerdos.

Tenían asignados los trabajos más duros, que no requerían ninguna especialización, sino sólo la fuerza física.

Caso especial son las mujeres raptadas para esposas o concubinas, la inmensa mayoría en Islandia.

Con el tiempo, en climas templados aptos para la agricultura, la esclavitud fue evolucionando hacia la servidumbre, siguiendo el ejemplo del feudalismo.

Las clases pobres y los vagabundos, aun no siendo esclavos, tampoco tuvieron mejor suerte.

La ceremonia se celebraba al año, aproximadamente, y solía durar varios días.

[25]​ Antiguas leyes escandinavas permitían el abandono de los niños recién nacidos, pero esto no era una práctica común.

Solamente los niños que nacían con deformaciones físicas estaban condenados a sufrir tal suerte, eran llamados úborin börn («no aceptados»).

[31]​ El heitstrenging era un juramento solemne que marcó los pactos entre individuos y su incumplimiento estaba sujeto a un castigo disciplinario.

Estos vínculos a veces eran mucho más fuertes que los propios de sangre.

Mapa de Escandinavia y el norte de Europa.
Detalle del tapiz de Bayeux donde aparece un estandarte del cuervo , la enseña sagrada de los vikingos en el campo de batalla .