No obstante, en muchas partes las viejas tradiciones nórdicas siguieron patentes como se menciona en los Anales de Innisfallen que cita como las islas más occidentales (supuestamente las Hébridas) no estaban gobernados por reyes o jarls sino por las «asambleas de hombres libres que regularmente elegían un lagman para decidir sobre sus asuntos públicos», haciendo referencia solapada a los típicos thing escandinavos.
[2] Las relaciones entre los diferentes jarls de las islas no siempre fueron todo lo cordiales que cabría esperar.
[3][4] La primera mención histórica aparece en los Annales Bertiniani y la conquista de las Hébridas interiores por los vikingos en 847.
[5][6][7] La saga Orkneyinga, menciona que hacia 872 Harald I se hizo con el poder de prácticamente todos los reinos vikingos de Noruega y muchos opositores escaparon hacia las Islas del Norte, aunque la corona siguió persiguiendo a los oponentes y en 875 (o una década más tarde) incorporó las islas occidentales al reino.
[9] El romano Plinio el Viejo ya escribió sobre las Orcadas y los escritores gaélicos llamaban al archipiélago Insi Orc (islas de los jabalíes), que los vikingos confundieron con orkn (foca en nórdico antiguo).