Reino de Dublín

El Reino de Dublín (en nórdico antiguo: Dyflin; en gaélico: Dubh Linn) fue un pequeño pero poderoso enclave hiberno-nórdico y emporio comercial que controlaba fundamentalmente algunas porciones de la costa irlandesa en torno a Dublín,[1]​ coincidiendo aproximadamente con el actual Condado de Dublín.

Los vikingos llegaron a esta zona en algún momento del siglo IX.

En el año 841 ya hay evidencias de longphorts vikingos en Irlanda.

El reino se fue gaelizando progresivamente, al igual que sucedió con otras regiones de tradición celta en distintos periodos históricos, produciéndose un sincretismo cultural por el que se los conoció como nórdico-gaélicos.

El reino fue gobernado por una monarquía de origen escandinavo, probablemente noruega, adaptándose a la cultura gaélica a partir del reinado de Máel Sechnaill mac Domnaill.

La dinastía Uí Ímair dominó el reino de Dublín entre los siglos IX y XI.