El parque fue diseñado personalmente por el zar Pedro en 1704, según cabe suponer con la ayuda del jardinero y físico holandés Nicolaas Bidloo.
Los paseos estaban ardonados con cien esculturas alegóricas de mármol, ejecutadas por Francesco Penso, Pietro Baratta, Marino Gropelli, Alvise Tagliapietra, Bartolomeo Modulo y otros escultores venecianos, que fueron adquiridas por Sava Vladislavich.
[1] La secuencia de parterres con dibujos, originalmente más formales que el paisaje actual, fueron el escenario de asambleas imperiales, o grandes fiestas que a menudo incluían bailes, banquetes y fuegos artificiales.
Quince años después, se inauguró en el parque un famoso monumento al escritor infantil Ivan Krylov.
Este añadido, algo incongruente, fue demolido por los bolcheviques tras la Revolución de Octubre.