Hija del abogado krausista Rubén Landa Coronado y de Jacinta Vaz Toscano, que se casaron por lo civil en 1886 en Porcel (Portugal).
El matrimonio civil era algo inusual en la época, así como el hecho de que Jacinta no fuera bautizada.
Tras la muerte de su marido en 1924, Jacinta se trasladó a Madrid y enseguida entró en contacto con otras mujeres muy activas en la lucha por los derechos sociales.
Fue una experiencia educativa única en Europa, "cuya influencia en la renovación de la vida cultural española caracterizó toda una época".
[3] Cuando Landa tenía 64 años, comenzó a grabar un conjunto de canciones cantadas por ella misma.
En palabras de Pico Orjais, Jacinta Landa era "una exiliada republicana con un tesoro que ni siquiera la rapiña franquista pudo confiscar: su memoria".