En Canarias el mito fue adoptado con entusiasmo, y adaptado, hasta en el nombre, a la idiosincrasia local.
[2] El Tratado de Alcáçovas, suscrito entre España y Portugal en 1479 para repartirse territorialmente el Atlántico aún por navegar, especificaba claramente que San Borondón («aún por ganar») pertenecía al Archipiélago Canario.
Esta isla se localizaría[3] al oeste del archipiélago, a 550 km en dirección oesnoroeste de El Hierro y a 220 km en dirección oesudoeste de La Palma; aunque según otros «testigos» dicen haberla visto, se sitúa directamente entre las islas de La Palma, La Gomera y El Hierro.
Abundan las representaciones cartográficas en las que, a través del discurrir de los siglos, aparece San Borondón.
La leyenda de San Borondón llegó a adquirir tal fuerza en Canarias que durante los siglos XVI, XVII y XVIII se organizaron expediciones de exploración para descubrirla y conquistarla.