El original resultó destruido en un bombardeo sobre Hanóver en 1943 y se ha reproducido a partir de fotografías.
El mapa pretende reflejar los conocimientos teológicos y simbólicos acerca del mundo conocido y no la forma real de los continentes y lugares representados, que se presentan sin una escala homogénea («Germania» y la propia región del convento tienen un desarrollo mayor que el de las tierras limítrofes).
El mapamundi recoge el mundo habitado dividido en tres continentes, Europa, abajo, a la izquierda, Asia, ocupando la mitad superior, y África, abajo, a la derecha, inscritos en una circunferencia al modo de los mapas isidorianos, donde el disco -letra O- aparece dividido en tres segmentos por la T de la cruz, significándose en ambas letras el Orbis Terrarum.
En el centro del mapa se sitúa Jerusalén, dibujándose en ella la Resurrección de Jesús.
La propia forma circular remite a la sagrada forma, el cuerpo de Cristo, que aparece abrazando el mundo: arriba, al Este, junto al Paraíso terrenal localizado en Asia y rodeado por una muralla de fuego, asoma la cabeza de Jesús, cuyos pies se sitúan al oeste, en la parte inferior del mapa, cerca de las columnas de Hércules.