Iro (mitología)
Arneo es un mendigo de Ítaca a quien el poeta compara con un gigante, no por su tamaño sino por su aspecto brutal y su mucho apetito.Cuando Odiseo regresa a la isla con el aspecto de mendigo que le ha dado Atenea, Iro, celoso de su puesto, insulta al recién llegado, y luego, instado por Antínoo, se enfrenta con él.Odiseo vence a Iro con facilidad y lo lleva hasta la puerta del palacio.Con frecuencia su figura se opone a la de Creso, antonomasia de la riqueza, como en el tópico verso de Ovidio: «Irus et est subito qui modo Crœsus erat» (presto se torna Iro el que era Creso).[1] Estas paremias aluden a Iro como significante abstracto y neutro de la condición de pobre, sin connotar otros rasgos del personaje (físicos, morales o biográficos).