[1][2] Después de la rendición del Imperio del Japón y ante la avanzada de la Unión Soviética y los comunistas chinos, los japoneses pusieron en el poder a un régimen republicano popular independiente para evitar la expansión soviética en la península, este nuevo gobierno pidió ayuda a los aliados para hacer frente a los soviéticos, paralelamente el Gobierno provisional de la República de Corea exigía una rápida intervención militar aliada para expulsar a los comunistas, japoneses y derrocar al nuevo gobierno títere que se encontraba en Corea; a pesar del nacionalismo coreano tanto la Unión Soviética y los Estados Unidos ya habían tenido planeado separar la península coreana, el límite sería el Paralelo 38 norte, dos agentes estadounidenses Dean Rusk y Charles Bonesteel fueron los encargados de esta tarea junto a militares de ambas naciones, el límite fue propuesto y las dos naciones lo aceptaron.
Ambos países esperaban crear gobiernos afines a los suyos sin importar la existencia del entonces gobierno republicano popular de Corea.
El escritor japonés Eiji Takemae dice que las fuerzas estadounidenses fueron recibidos como ocupantes, y no como liberadores.
Sin embargo, los soviéticos se negaron a aceptar cualquier idea que no implicara la creación de un estado comunista, y por lo tanto las negociaciones fueron infructuosas.
[4] Las ocupación estadounidense y soviética de Corea terminó poco después, dejando la península coreana dividida.