Finalmente, tuvo que dimitir en 1960 bajo las acusaciones de fraude electoral y exiliarse en Hawái.
Cuando tenía 2 años, sus padres se mudaron a Seúl y Rhee fue inscrito en centros educativos confucianistas con el objetivo de que, en un futuro, pudiese aprobar el examen del servicio civil nacional (gwageo).
A los 19 años ingresó en el instituto Pai-Chai, regentado por metodistas estadounidenses, y compaginó un empleo como periodista con el profesorado de idioma coreano para los misioneros.
Dos años después fue condenado por participar en una trama contra el gobernador general Terauchi Masatake, aunque pudo huir a Estados Unidos para evitar ser arrestado.
[3] No obstante, continuó ejerciendo labores diplomáticas desde Hawái y Washington D. C., donde aumentó sus contactos con la administración estadounidense.
En 1945 fue el representante principal del gobierno coreano en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Organización Internacional.
En una Corea dividida entre los soviéticos y los estadounidenses, Rhee defendió la unificación en único estado a través de tesis anticomunistas.
No hubo solución al conflicto hasta 1953, con el establecimiento de una zona desmilitarizada sobre el paralelo 38.
Rhee venció en los comicios con el 72 % de los votos y se garantizó la reelección en 1956.
Su mayor obsesión era que el vicepresidente, Lee Ki-poong, se convirtiera en el sucesor.