La población de Alcoy pedía protección frente a esta enfermedad.
En 1549 se empezó a construir una ermita de pequeñas dimensiones.
La ermita se encontraba en una llanura en la calle Onofre Jordá, lugar donde más tarde hubo una plaza de toros.
El arquitecto encargado del nuevo templo fue Vicente Pascual Pastor, arquitecto conocido por numerosos edificios modernistas en la localidad, mientras que la ejecución fue a cargo de Antonio Segura de Villena.
El proyecto original constaba de una sola nave con dos entradas, una recaía por la Avenida de la Alameda y la otra entrada recaía en la calle Espronceda.
La entrada principal incluía en la parte superior un campanario de estilo espadaña con tres campanas y una cruz.
La fachada recayente a la calle Espronceda incluía cinco ventanales separados por pilares que en el interior tenían adornos neoclásicos.
El lado contrario era una pared lisa, ya que no daba a la calle.
En la primera fase se construyó el altar y la entrada lateral.
Por el efecto de las explosiones el templo fue quemado en su totalidad destruyendo toda la ornamentación neoclásica y los objetos que aún pudieran encontrarse en su interior.
[2] Tras el final del conflicto bélico la iglesia se encontraba en estado de ruina.
Se taparon las ventanas recayentes a la avenida de la Alameda para construir un coro y un acceso al campanario y se arreglaron las demás ventanas.