Iglesia de San Juan de Baños

Tradicionalmente esta fue una zona de cereales bien conocida por los romanos que construyeron allí villas importantes (se han encontrado restos en el lugar llamado Dos Nogales), y más tarde los visigodos también supieron aprovechar las tierras.[2]​ La tradición —sin respaldo histórico ni arqueológico— cuenta de esta manera por qué el rey visigodo mandó construir este templo:[3]​[2]​[4]​[6]​ Tiene además una buena información de su origen, escrita en piedra y perpetuada sobre el arco triunfal del edificio, con una torpe escritura toda en mayúsculas.A lo largo de los años ha sufrido algunas reconstrucciones parciales incluso en la planta original, que se ensanchaba a la altura del cuarto y último arco en una especie de crucero o transepto que se abría sobre una triple cabecera formada por tres capillas rectangulares y no continuas.Después de la reconstrucción, desaparecieron los ábsides laterales y la planta quedó convertida en un simple rectángulo con la cabecera desfigurada.La espadaña que se observa al exterior es un añadido de los restauradores del siglo XIX.[9]​ El extradós de las dovelas no sigue paralelo al intradós y su espesor es irregular.De todos los capiteles sólo uno es auténtico corintio romano, el resto son imitaciones que se hicieron en época visigoda.[15]​ También es conocida como Fuente de Recesvinto, por haber devuelto sus aguas la salud a este monarca.En tiempos romanos hubo por esta zona un templo dedicado al dios Esculapio (Asclepios en la mitología griega) y muy cerca de la actual iglesia los arqueólogos localizaron el ara de las ninfas con una dedicatoria votiva a las diosas benéficas del manantial que dice:[4]​ Actualmente se encuentra en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid.
Fachada meridional.
Lápida de consagración.
Portada.
Arquerías.
Interior.
Corona de Recesvinto.
Fuente de San Juan.