En 1931 concluyó la construcción de la casa destinada a la comunidad capuchina.
Dicha rehabilitación, que mejoró el sistema de calefacción, la iluminación y la acústica del templo, fue realizada por los arquitectos Marcelino Galán Feito y Daniel Menéndez Blanco.
En las proximidades del presbiterio hay una imagen de la Inmaculada y enfrente la Santina.
[3] El presbiterio fue restaurado por dos ilustres gijoneses, el escultor y pintor Joaquín Rubio Camín y el arquitecto José Marcelino Díez Canteli de acuerdo con las disposiciones impulsadas por el Concilio Vaticano II.
[3] Es una de las iglesias más populares de la ciudad y ofrece las siguientes misas semanales: - lunes a sábado: 10,00 – 12,00 – 20,00 horas - domingos y festivos: 10,00 – 11,00 – 12,00 – 13,00 – 20,00 horas