Un fotógrafo ávido, su naturaleza voyeurista lo lleva a una tienda de videos local, donde un encuentro con Jane, la esposa del empleado del video, lo lleva a una peligrosa obsesión por lo que él imagina que es un amor ideal.
Gray cae aún más al límite, ya que sus concepciones del amor y la realidad se vuelven aún más borrosas por las similitudes entre Jane y su exnovia Shana hasta el punto en que la obsesión se convierte en ilusión.
Profesión, obsesión y delirio se entrelazan sin posibilidad de reparación cuando Gray atrae al camarógrafo, un guionista ambicioso, a su mundo ofreciéndose a hacer una película con él.
La narrativa en capas gira sobre sí misma, llevándonos en un viaje a través del amor, la locura y la paranoia, mientras se aferra a una visión oscuramente cómica de su propio mundo absurdo de guardaespaldas rusos, asistentes leales, productores y celebridades.
Rotten Tomatoes le da a la película una calificación del 23 % según 30 críticos.