Tiene además un comentario sobre la Jerarquía celeste del Pseudo Dionisio y numerosas obras místicas.
[cita requerida] Hugo nos ha proporcionado, a través de sus obras Didascalion e Institutionem Novitiarum, valiosos datos para conocer las enseñanzas y métodos que se seguían.
Hugo enseñó sus ideas de misticismo a los influyentes Andrés y Ricardo de San Víctor, y fue miembro fundador del movimiento victorino.
Hugo de San Víctor, en sus escritos, establecería una distinción entre lo secular y lo temporal: Junto con su alumno Ricardo de San Víctor decía que Dios ha creado al hombre con tres ojos: uno corporal (“oculus carnis”, realidad sensible), otro racional (“oculus rationis”, realidad que me revela la razón) y un tercero, el ojo de la contemplación (“oculus fidei”, visión religiosa y mística); al salir del paraíso quedó debilitado el primero, perturbado el segundo y ciego el tercero.
Si no se cultiva el tercer ojo, éste permanecerá ciego.
Estar fuera del paraíso es exactamente no percibir ya la Presencia, carecer del órgano capaz de experimentar, de ‘ver’ a Dios.