Las diseminadas alquerías fueron agrupándose, formando pequeños barrios en los suelos más pobres para poder trabajar los más fértiles, dando lugar a una población mayor con intrincadas calles de trazado irregular.
Un lugar característico es el llamado Descansadero del Resbaladero, en plena cañada real de ganados que bordea a Huertas.
Este punto, tradicionalmente de reunión e incluso donde antaño se celebraban diversos juegos típicos del mundo rural, es el lugar donde termina la Cañada Real de la Plata o Vizana, que nace en el norte, entre León y Asturias, para unirse a otra gran vía pecuaria, la Cañada Real Leonesa Occidental, continuando juntas su trazado hacia el sur.
La población históricamente desempeñó labores eminentemente agrícolas (agricultores, ganaderos) y oficios relacionados con el campo (aperadores, herreros, molineros, yunteros...), si bien también destacaron oficios como los de carpintero, albañil, cantero, etc.
No se celebran más actividades hasta finales de septiembre; el sábado anterior al día de la patrona comienza la novena a la Santísima Virgen del Rosario, así como el chupinazo para arrancar con las celebraciones.
En este momento Huertas de Ánimas adquiere un ambiente muy festivo y acogedor.
Los tunos pasan por las casas de todas las damas y reinas tanto de ese año como del anterior, cantando y tocando sus instrumentos desde medianoche hasta bien entrada la mañana.
Por su límite oriental transcurre el cordel de merinas, que también sirve para unir la localidad con la N-5 a la altura del antiguo matadero municipal, y con dicha rotonda a través del antiguo camino de Trujillo a Torrecillas de la Tiesa.
Existe la posibilidad de obtener un abono anual por 6 euros para residentes.