Esta danza fue bailada principalmente en Argentina, aunque también su práctica se expandió a Uruguay, parte de Chile y Bolivia.
La simple tradición oral puede alcanzar la década anterior y aún más.
A fines del s. XIX el movimiento guitarrístico culto porteño difundió una versión instrumental; el circo adoptó otra en una obra gauchesca.
Entre 1920 y 1950, pasa al folclore histórico siendo interpretada solamente por las academias de baile.
La versión más antigua es la que Don Ramón tomó hacia 1880, y publicó en 1883.
Blusa- con influencia del estilo romántico- de algodón azul, marrón, verde o rojo, ceñida al torso con una tira, mangas jamón y faldón.
Falda amplia hasta media pierna de color más claro que la blusa.
También puede usar vestido- con influencia del estilo romántico- de algodón liso o floreado con talle en la cintura, escote reducido con mangas anchas hasta el codo y falda amplia hasta media pierna.
También puede usar calzoncillos cribados con pequeños bordados florales, iniciales o palabras y bota fuerte.
La huella está viviendo un proceso de refolclorización, se está volviendo a interpretar espontáneamente como lo era en un principio, tanto su coreografía como su música, en las peñas folclóricas y grandes festivales se vuelve a escuchar su melodía, poesías, de la mano de nuevos como clásicos intérpretes y compositores, entre ellos Argentino Luna y Lucía Ceresani.