[2] Las espuelas funcionan a partir de los receptores sensitivos del caballo.
El jinete, para dirigir al animal, golpea o clava la espuela en los laterales del mismo, lo que el equino entiende como una señal para virar su dirección.
[3] Se suele tocar con el talón sobre el costado del caballo para aumentar la velocidad, girar o ir hacia delante.
Siempre han de ser toques breves, precisos, conscientes, para evitar hacerle daño al caballo.
Se utilizan también en jineteadas, como forma de agredir y provocar al animal para volverlo más agresivo; esto hace que animales mansos se comporten de manera desenfrenada como respuesta, lo que aumenta la dificultad del jinete para mantenerse encima del caballo, animando el espectáculo.