Horacio Casarín

Siete días más tarde y ante el mismo rival, repitió su actuación anotando dos goles en el triunfo del cuadro mexicano 7-3, ahora jugando en el Parque Necaxa.

Aquellos juegos amistosos (y en consecuencia, quien lo debutó en selección nacional) los dirigió Rafael Récord Garza.

[7]​ El partido causó gran polémica y los aficionados de ambos cuadros tenían pleitos verbales cada vez que se topaban entre sí.

Comenzó el encuentro y Carlos Laviada cometió una falta hacia la rodilla del entonces apodado Chamaco Casarín.

Minutos más tarde, Negro León golpeaba nuevamente al hombre que había anotado el primer gol para los necaxistas.

El fuego rápidamente se propaló, alcanzando el reloj y el marcador, que fue devorado por las llamas.

La llegada de los bomberos fue inútil, ya que no había agua en las bombas, y se concretaron a aislar las tribunas de sombra para que el parque no se acabase completamente.

[9]​ A la temporada siguiente, 1945-46, integró la delantera más prolífica en la historia del fútbol mexicano.

Sin embargo, Atlante terminó segundo debajo de Veracruz en aquella histórica campaña.

[10]​ Finalmente, en la siguiente temporada, 1946-47, dirigidos por Luis Grocz, Atlante se proclamó campeón de liga.

[1]​ En total, marcó 107 goles con la camiseta azulgrana, para convertirse en el segundo mejor goleador de la historia del equipo, solo superado por Evanivaldo Castro "Cabinho".

Sin embargo, y en una lista no oficial, a Horacio se le puede considerar como el primer mexicano en haber jugado en el Barça.

[11]​ Luego de su travesía en tierras ibéricas, regresó a México con el España, donde permaneció hasta 1950, año en que desapareció el equipo.

[1]​ En 1977, acudió como director técnico, en dúo con Alfonso Portugal, al Campeonato mundial juvenil Túnez 1977, donde la selección sub-20 de México concluyó como subcampeón.

En dicha temporada, dirigió a Cabinho cuando este logró romper su histórica marca como máximo goleador en la historia de la liga.

Atlante llegó a la final, donde perdió en penales el título ante Tigres UANL, en la cancha del Estadio Azteca.

[12]​ Durante los años 40, era tal su popularidad que fue invitado a participar durante 1944 en la película Los hijos de Don Venancio, al lado de Joaquín Pardavé, Alfredo Varela y Rafael Banquells, entre otros.

En dicha película (la primera que tocó el tema del fútbol en México), interpretó a Horacio Fernández, uno de los hijos de Don Venancio que se dedicaba a jugar en el Atlante.