Altruismo
El que manifestemos o no esa capacidad depende probablemente de muchos factores, pero la tenemos, y eso ya es algo".[6] En cuanto a la ayuda, los experimentos han determinado que, contrariamente a lo que pueda suponerse, la conducta de ayuda suele inhibirse cuantos más espectadores se hallen presentes (el llamado efecto espectador), ignorancia pluralista.Además, el hecho de saber que no será posible devolver el favor a la otra persona cuando creemos que eso se espera disuade a la persona de pedir ayuda.[13] El filósofo Auguste Comte acuñó en francés la palabra altruisme en 1851 y ésta se adoptó luego en la lengua española.Muchos consideran su sistema ético algo extremo, pues según este los únicos actos moralmente correctos son aquellos que intentan promover la felicidad de otros.Aunque la finalidad propia del altruismo puede presentar varias dificultades, el motivo de esto se debe a que los agentes morales presentan toda una serie de prejuicios cognitivos que hacen las labores altruistas y activistas más dificultosas.Algunos de estos prejuicios pueden ser las actitudes sexistas, racistas, xenofobia, chovinistas, entre otras.[cita requerida] Por otra parte, otros prejuicios provocan que se adopten patrones irracionales en la toma de decisiones.Esto se debe a que éstas presentaron ventajas en la transmisión del material genético.Pero, en realidad, éstas no ofrecen ninguna ventaja al deliberar sobre la forma de actuar.Pero es cierto que sí pueden modifican las inclinaciones y condicionan el comportamiento en muchos casos.Pese a ello, esta teoría resulta insuficiente para explicar las conductas altruistas que se desarrollan hacia individuos no emparentados, es decir, con los que no se comparte información genética.