Historia de Tulancingo de Bravo
Es hasta el preclásico (1200 a. C. a 200) que surge una división clara entre los oficios de los pobladores.Para el periodo clásico (200-600) en Tulancingo ya existía un centro comercial importante, con calzadas y zonas residenciales.Aunque siempre se le consideró un señorío independiente, con el tiempo Tulancingo pasó a formar parte del dominio de Texcoco y posteriormente, en 1416, es tomado por el poderío mexica.Aunque Tulancingo era un señorío tributario de los mexicanos, mantuvo cierta independencia administrativa pues se le permitía elegir sus propias autoridades.En contraste, las regiones cercanas en las que se practicaba el cultivo de temporal -como el valle de Tepeapulco y Cempoala- producían un menor excedente que derivó en una sujeción más severa.Por poseer extensas zonas irrigadas, el pueblo resultó atractivo para los españoles, y sabemos que éste fue otorgado en encomienda a Francisco de Terrazas y a Hernando Dávila, según información proporcionada por Ruvalcaba.A mediados del siglo XVI se le conoció como el "descanso de los conquistadores" ya que gracias al agradable clima y su cercanía con la Ciudad de México se hizo acreedora al establecimiento de varias familias castellanas que llegaban a la Nueva España.El desarrollo de esta zona se vio favorecido, además, por dos circunstancias importantes.Muestra de ello son las haciendas de San Antonio Farías, Exquitlán, Napateco, San Isidro y Huapalcalco, todas ellas asentadas en los alrededores del pueblo, dedicadas al cultivo de granos, especialmente trigo y maíz, que contaban además con un pequeño número de reses cuya producción era frecuentemente destinada a abastecer a la propia hacienda de productos ganaderos como carne y cueros, y en raras ocasiones su volumen alcanzaba proporciones suficientes que hicieran posible el intercambio o el comercio.En las zonas aledañas a Tulancingo, donde la calidad de la tierra era notablemente menor, la explotación agrícola resultaba poco redituable para sus propietarios, por lo que predominaron las haciendas ganaderas y más tarde, las pulqueras.De la cabecera, el autor nos dice que “en él viven hasta cien familias de españoles, mestizos y mulatos, y de indios se cuentan setecientas y diez del idioma mexicano, y en esta cabecera tiene su residencia el alcalde mayor, cuya jurisdicción se extiende a otros siete pueblos, que son repúblicas de indios con gobernador”.A mediados del siglo XIX fue declarada diócesis y se estableció un seminario.La Nación ya no se llamaría simplemente México sino Estados Unidos Mexicanos; formado por 19 entidades autónomas libres y soberanas.Bravo se refugió en Tulancingo, donde contaba con el apoyo de la milicias, donde fue atacado por Guerrero en 1828.Ocampo aprovechó su estancia en la población para ganarse amigos y promover el trabajo artesanal.Seis meses después, Santa Anna cambió de opinión y prefirió mandar a Ocampo fuera del país.Pedro Espinosa, y más tarde Manuel Fernando Soto son los primeros comandantes militares de este distrito.Al segundo gobernador en la entidad; Tagle, le tocó promulgar la primera Constitución que había redactado el congreso hidalguense.