Historia de Salvatierra (Álava)

Pese a los números pleitos impulsados por Salvatierra, uno de los cuales contemplaba su incorporación al realengo, el señor de Ayala pudo salir victorioso en casi todos ellos, aunque con un costo político evidente.

En un lugar habitado desde hace tanto tiempo como el cerro de Agurain, sobre el que se han sucedido distintas poblaciones, cuyas edificaciones han cavado sus cimientos sobre los escombros de las villas anteriores, que ha sufrido guerras, catástrofes naturales, incendios y otras calamidades, se torna difícil encontrar vestigios de sus primeros pobladores.

Recientemente han aparecido en la ermita de San Martín unas lápidas romanas con inscripciones y dibujos solares que podrían datar del siglo IV.

[1]​ El que la calzada Iter XXXIV ab Asturica Burdigalam pasara precisamente por Salvatierra da una idea de su importancia estratégica.

A fines del siglo XIV representantes de las familias Paternina y Zuazo, linajes hidalgos procedentes del medio rural, estaban establecidos en Salvatierra participando activamente en los distintos oficios municipales.

En 1443 ambas familias se enfrentaron a raíz de un importante levantamiento antiseñorial ocurrido en la villa.

Según consta, varios vecinos (entre los que se encontraban algunas personalidades importantes), apoyados por las aldeas del alfoz y la Hermandad de Álava, se alzaron contra el mariscal Ayala, que en esos momentos se hallaba en la ciudad, forzándolos a él y a sus servidores a refugiarse en la Iglesia de Santa María.

[3]​ En la primera mitad del siglo XV, cuatro regidores se sumaron al organigrama municipal compuesto por un alcalde ordinario, algunos jurados, y un procurador.

Sin embargo, a finales del siglo, los Reyes Católicos dictaron un nuevo ordenamiento por el cual el concejo de Salvatierra pasaba a ser cerrado y estar constituido por dos regidores, un alcalde ordinario, un procurador síndico y cuatro diputados.

El conflicto entre Salvatierra y sus vasallos, aunque ya se había puesto de manifiesto con el levantamiento de 1433, alcanzó mayor gravedad a finales del siglo XV y comienzos del XVI.

Asimismo denunció que el tributo que el conde quería imponer a los vecinos (cuatro cuartos de vaca limpia, dos docenas de capones etc.) nunca había existido, o en todo caso, se había dado en algún momento de forma voluntaria, lo cual ya no era posible debido al perjuicio que les causaba.

Finalmente, el conde salió victorioso en casi todas las demandas de la villa.

[3]​ En 1505 la Real Audiencia y Chancillería de Valladolid le permitió al conde seguir ostentado su titularidad señorial sobre Salvatierra, y en 1507 el corregidor guipuzcoano Vela Núñez dio como válido el tributo extraordinario que buscaba imponer el conde así como la percepción de las alcabalas de su parte, y en este último caso obligó a Salvatierra a pagarle los 20.000 maravedíes que le debía por los ocho años durante los cuales la villa se había negado a contribuir.

Pero esto no impidió que el conde siguiese desobedeciendo la sentencia, alegando que el fallo de 1505 le había confirmado la posesión de su jurisdicción civil y criminal sobre la villa.

En él introdujo también la figura del procurador fiscal señorial, dotado de unas amplias atribuciones judiciales contra las que la villa se avino a protestar en 1510.

No contento con eso, aumentó el tributo exigido a la cantidad de 242.500 maravedíes.

Fueron Julián Ibáñez (Comunión Tradicionalista o CT) y Tomás Preciado (PNV).

Tomás Preciado y todos los concejales derechistas se opusieron abiertamente al proyecto.

Finalmente, las Cortes republicanas se negaron a tener en cuenta el texto aprobado en Estella, dado su carácter de inconstitucional.

Mientras tanto, habían tenido lugar las elecciones a Cortes Constituyentes en junio de 1931.

En Álava fueron ganadas por la coalición republicano-socialista, aunque en Salvatierra, de hecho, se observó un notorio predominio del PNV.

[7]​ Se terminó aprobando que era necesario un Estatuto único para toda el País Vasco.

El 45,6 % votó a favor del Estatuto y solo un 9,8 % se opuso.

Sin embargo, las circunstancias de la política republicana entre 1933 y 1935, hicieron que este Estatuto, nuevamente, no llegara a ser aprobado por las Cortes.

En la localidad, las elecciones dieron una clara victoria al PNV (muy superior a la de 1931), quedando los tradicionalistas como segunda fuerza en el municipio.

[7]​ Los dos grupos enfrentados convocaron dos asambleas distintas para tratar la cuestión: la favorable al gobierno lo hizo en Vitoria, mientras que la disidente en Bilbao.

En Álava este movimiento fue menos amplio; en Salvatierra solo dos oficiales, el alcalde López de Heredia y el concejal Preciado, renunciaron en apoyo de sus colegas vizcaínos y guipuzcoanos.

Tras el triunfo del Frente Popular en febrero de 1936, los dos oficiales dimitidos e inhabilitados fueron repuestos en sus cargos.

En 1936 tuvo lugar en España un alzamiento militar que dio inicio a la Guerra Civil Española.

Existió en Agurain un batallón en el que los prisioneros eran forzados a recorrer los pueblos realizando obras en las peores condiciones.

Dolmen de Sorguineche, en Arrizala.
Imagen de Alfonso X el Sabio , que convirtió a Salvatierra en villa concediendole su fuero en 1256.
Grabado de Pedro López de Ayala , primer conde de Salvatierra.
Ayuntamiento y antigua iglesia de San Martín.