[5] De ideología integrista y tradicionalista,[nota 1] durante la Segunda República se opuso enérgicamente al laicismo y destacó, junto con Eladio Esparza,[7] por sus campañas contra el Estatuto vasco-navarro.
[11] Estallada la guerra civil, se refugió, junto con su hermano Ricardo, en Tortonda y Cortes de Tajuña.
Al regresar a Sigüenza, fue nombrado vicario capitular el 15 de octubre de 1936 y desempeñó las funciones propias del titular de la diócesis, ya que el obispo Eustaquio Nieto Martín había sido asesinado por los milicianos del Frente Popular.
Trató de reorganizar la diócesis con los pocos sacerdotes que quedaban.
También emprendió la reconstrucción de la catedral, que había sido medio derruida.