Eustaquio Nieto Martín

La capital provincial se sublevó finalmente el 21 de julio, pero el día siguiente, una columna procedente de Madrid, al mando del coronel Puigdengolas y con mayoría de milicianos anarquistas, comandados por Cipriano Mera, toma la ciudad.

El día siguiente, Sigüenza es ocupada por milicias anarquistas, ugetistas y del POUM.

Ese día, elementos del POUM, la CNT y la FAI tomaron el Palacio Episcopal, deteniendo al obispo y sometiéndolo a juicio público, tras el cual le pusieron en libertad.

Arrojado en marcha del coche que lo transportaba, fue posteriormente fusilado y su cadáver quemado.

Encontrados días después por tropas franquistas, que reconocieron su cadáver gracias al rosario y la cruz pectoral que aún portaba.

Eustaquio Nieto en marzo de 1917 en la estación del Mediodía , antes de subirse al tren para tomar posesión del obispado de Sigüenza