Las plantas emergentes están ancladas al fondo, pero mantienen parte de los tallos, las hojas y frecuentemente las flores fuera del agua.
Estas especies están, generalmente, adaptadas al modo de vida acuático tanto en su parte vegetativa como reproductiva.
Pueden ser lagos, estanques, charcos, pantanos, orillas de los ríos, deltas, estuarios o lagunas marinas.
Los sistemas más estudiados son los que utilizan lenteja de agua.
Las plantas sumergidas se dañan fácilmente porque sus órganos fotosintéticos están bajo el agua.