Carecen de raíz, pero pueden adherirse con facilidad a muchas superficies incluyendo troncos, rocas, grava e incluso vidrio y equipo eléctrico dentro del acuario.
Son fáciles de cuidar ya que no necesita de grava, fertilizantes ni luces intensas y es tolerante respecto al pH y a la dureza del agua.
Estas características, aunadas al hecho de que la planta es estéticamente placentera, han hecho del musgo de Java una planta popular entre los acuaristas.
La reproducción de esta planta, tanto en la naturaleza como en acuarios se realiza fundamentalmente por división.
El musgo de Java forma un entramado de finos tallos, por lo que es una planta muy útil para proteger a peces pequeños, incluyendo alevines, de otros más grandes que los pueden devorar.