[10] Los habitantes de Coquimbo quedaron deslumbrados al ver junto al nuevo gobernador el más grande ejército hasta entonces visto en estos lugares, contando con más de cuatrocientos cincuenta hombres[11] armados con arcabuces, vestidos con armaduras y penachos de plumas, y con cañones, pero debió enfrentar los mismos problemas con los encomenderos locales.
Una vez absuelto por el rey Felipe II de España retornó a Chile.
Frente a los malos tratos de los españoles hacia los indígenas y las rebeliones de estos se dedica a estudiar la situación presentó al gobernador un proyecto que si bien seguía manteniendo la encomienda, reformaba la situación existente.
[14] La tasa finalmente duró dos décadas y tuvo una parcial obediencia ya que a pesar de los abusos que seguían cometiendo los encomenderos igual reclamaban contra las normas de estas.
[15] En 1563, el oidor Santillán aseguraba que un tercio de la población andina estaba constituida por vagabundos.
Como fiscal se nombraría a su vez al doctor Pedro de Hinojosa.
Fue muy influenciado por la corriente humanista y los escritos desarrollados en la Escuela de Salamanca, así como las actitudes adquiridas originalmente por Isabel la Católica.
Junto con la creación del hospital se inició una cofradía o hermandad, en la cual podían entrar todos los voluntarios que quieran.
[16]Su mandato lo conservó hasta el año 1571, pero nuevamente tendría problemas por sus arrebatos verbales con sus enemigos y por lo que debió volver a España para defenderse.
Del enlace entre Hernando de Santillán y Ana Dávila, hubo por lo menos dos[4] hijas: