Su primer convento estuvo en la calle San Luis de Sevilla.
[4] Tenían el objetivo de llevar una vida religiosa y ayudar a los necesitados.
[7] La casa fue bendecida por el párroco de San Lorenzo, el beato Marcelo Spínola y Maestre.
[16] En 1890 el arzobispo Benito Sanz y Forés le pidió a sor Ángela y al sacerdote Rodríguez que consiguieran la aprobación de la Santa Sede a las reglas de la orden.
El arzobispo tradujo el decreto del latín al castellano y se lo entregó a la Compañía de la Cruz.
[22][23] La Congregación que fundó vive en gran austeridad, atendiendo a enfermos y menesterosos.
[25] En el año 2008 el número de hermanas se acercaba al millar, extendiendo su caridad a otros países como Argentina o Italia, estando el noviciado en la ciudad de Sevilla, que vio nacer y morir a su fundadora.
Era la primera vez que un sucesor de Pedro visitaba esta ciudad.
[28] San Juan Pablo II dio una larga homilía en la que repasó la vida y virtudes de sor Ángela.