En el siglo XVII pasaron a vivir internos en colegios creados por los propios cabildos.
[1] El traje de los Seises es muy llamativo, con detalles dorados, mallas, pantalones abombados y chaquetillas.
El traje incorpora detalles celestes en la festividad de la Inmaculada y siempre bailan con un sombrero con plumas.
El coro infantil de la catedral, también del Colegio Portaceli, entona cánticos que acompañan la danza.
[5] En 2016 fue canonizado el obispo san Manuel González García,[6] que había formado parte de los Seises en su infancia.