Henry Sidney

En 1556 visitó Irlanda por primera vez, acompañado por el Lord Diputado Thomas Radclyffe, III conde de Sussex, que se había casado el año anterior con su hermana Frances.

Al llegar a Irlanda, encontró el país en una condición mucho más miserable y turbulenta que durante su estancia anterior, debido sobre todo a las acciones de Shane O'Neill, que continuaba azotando toda la isla desde sus posesiones del Úlster.

Tras muchos esfuerzos, consiguió que la reina aprobara severas sanciones contra O'Neill; y, aunque el jefe irlandés fue capaz de escapar de la persecución inglesa, Sidney consiguió reinstaurar a su principal rival Calvagh O'Donnell al frente del clan O'Donnell y estableció una guarnición inglesa en Derry, con lo que consiguió pacificar parcialmente la zona.

Después regresó al Úlster, obligando a Turlough Luineach O'Neill, sucesor de Shane como jefe del clan, a presentarle su sumisión, dejando guarniciones estacionadas en Belfast y Carrickfergus, para así controlar Tyrone y los Glynns de Antrim.

En otoño de 1567, Sidney regresó a Inglaterra, donde permanecería durante los siguientes diez meses.

Tras lograr apaciguar esta zona, Sidney partió hacia el sur, donde también consiguió establecer su autoridad, y procedió a implantar un sistema administrativo basado en el modelo inglés de los condados.

Sir Henry Sidney parte del castillo de Dublín . Detalle de un plato en The Image of Irelande , por John Derrick (Londres, 1581).