Cunow se opuso inicialmente a la Primera Guerra Mundial en 1914, pero cambió su punto de vista.En 1915 se unió a Paul Lensch y Konrad Haenisch en el grupo Lensch-Cunow-Haenisch.[1] Cunow sostuvo que el imperialismo alemán era progresista porque los métodos anticuados de producción de los pueblos primitivos fueron eliminados por la modernización y el crecimiento industrial.Más que un derecho natural, Cunow defendía la autodeterminación de las naciones con una cultura superior y democrática, pero se oponía a ella cuando proporcionaba un subterfugio detrás del cual se escondía un mero engrandecimiento nacional.[2][3] En 1933, después de que el Partido Nazi llegara al poder, Cunow perdió su pensión y sus escritos fueron quemados públicamente.