El nombre del grupo se lo deben a un antiguo batería de la agrupación, que llegó a un ensayo con la obra Hamlet de William Shakespeare, y decidieron darle al grupo dicho nombre.[5] Al principio, intentaron editar un álbum cantando en inglés llamado Life Goes On pero, finalmente, no vio la luz.Su estilo entonces, giraba en torno al hard rock, presente en su primer trabajo y su primer álbum de estudio, Peligroso, endureciéndose más en este último, aproximándose así más al heavy metal.Las letras también experimentaron un cambio, pues la denuncia social y política se hizo mucho más notoria.[13] Además tocaron junto a bandas como Fear Factory,[5] en Portugal[13] Clawfinger[5] en Suiza,[13] en México con Control Machete[13] o Rage Against the Machine en Granada, España, siendo Hamlet los teloneros de estos últimos.[5] En este trabajo, la banda comienza a dejar un poco de lado, pero sin desaparecer, la denuncia social para centrarse en temáticas más personales.[14] Durante esta temporada, la compañía discográfica Roadrunner Records le propuso a la banda cantar en inglés y grabaron maquetas en ese idioma, pero la agrupación se negó puesto que afirmaban que perdían personalidad.[18] En él experimentaron una pequeña evolución hacia un sonido algo más potente que en su anterior trabajo, acercándose al groove metal.[5] En este disco también la banda dejó de contar con Colin Richardson como productor, debido a problemas de agenda del mismo,[5][22] puesto que ocuparía en este trabajo el español Alberto Seara.[30] Al final el lugar de Pedro Sánchez fue ocupado por Alberto Martín, músico que ya había tocado con Kaothic y Skunk D.F.[31][23] En este álbum, la banda mostró un estilo distinto, caracterizado por mayor tecnicidad, voces más agresivas y batería que ejecutaba ritmos rápidos,[23] además de tratar temáticas relacionadas con la agonía, el sufrimiento, la rabia, entre otros sentimientos.[33] La canción No habrá final es prácticamente instrumental, y tuvo como origen la intro de otro tema.[15] En este álbum, Hamlet recuperó la fiereza que tuvieron antaño en otros trabajos como Sanatorio De Muñecos o Revolución 12.111, y le dio la intensidad, la profundidad y la densidad de El Inferno.Fue producido por la propia banda, grabado por Carlos Santos, mezclado por Kurt Ballou y masterizado por Brad Boagtright.[39] En su noveno trabajo, La puta y el diablo, la banda adquirió un sonido más inclinado hacia el groove metal, con algunos elementos del thrash, mientras que los temas pasaron a ser más largos y técnicos.Alberto Marín, guitarrista de la banda, comentó sobre él: El siguiente álbum, Amnesia, la banda continuó la senda del anterior trabajo, pero con un sonido ligeramente más melódico y estructuras menos complejas en general.[5][6][7] Los miembros también han citado como agrupaciones favoritas a Rage Against the Machine,[7] Machine Head,[7] AC/DC,[7][8] Iron Maiden,[7] Judas Priest,[7] Mastodon,[7] Muse,[7] Trivium,[7] Rush,[7] Porcupine Tree[7] Neurosis,[7] Isis,[7] Jesu,[7] Winger,[7] Deftones,[8] Korn,[8] y a Pink Floyd.Así, por ejemplo, J. Molly ha participado en álbumes de Estirpe, Stravaganzza o Idi Bihotz, entre otros[40] y participó en un proyecto paralelo llamado Conato de Violencia, en el año 1994 con Alberto Madrid (exbatería de Sôber) en la batería, Mario Madrid y Chiqui Luna como guitarristas y Álex García como bajista, producido por el propio Alberto Madrid.