Se hizo benedictino en Lucedio, cerca de Vercelli.
Enfrentado al obispo de Vercelli por haber rechazado el sacerdocio (que habría supuesto el juramento de fidelidad al obispo), Guillermo acudió para una breve estancia a San Miguel de la Chiusa, en el monte Pirchiriano.
En el 987, se trasladó a Cluny cuando era abad san Mayolo, que lo convirtió en su discípulo predilecto.
Era gentil con los pobres, en el trato con los grandes demostró una notable firmeza.
Hizo dos viajes a Italia (Roma, Benevento, San Miguel de Gargano, Farma).