Las otras viviendas son casi todas segundas residencias, donde las personas viven durante unas semanas al año.Sin embargo, aunque faltan confirmaciones arqueológicas, es posible que la isla fuera un lugar de culto precristiano.Esto explicaría tanto el motivo por el que el evangelizador decidió construir aquí la primera iglesia hacia el 390, como el símbolo ofuscado por la legendaria infestación de serpientes y dragones.Empezó la edificación de obras defensivas en la isla, que en el siglo XI Arnolfo describió como inexpugnabile municipium.[5] En época longobarda la isla estaba fortificada y, según el testimonio de Paolo Diacono, aquí vivió el Duque Mimulfo, definido "ducem de insula Sancti Iuliani" (o Julii).[7] Durante unas excavaciones arqueológicas realizadas en 1697 se halló un sarcófago en piedra con un esqueleto sin cabeza y con una inscripción "MEINUL...", ya desaparecida en el siglo XIX.El sarcófago está en la entrada de la basílica y ahora se utiliza para las ofrendas.Sin embargo, las actividades económicas se trasladaron gradualmente hacia el cercano burgo de Orta.[9] En 1841 el castillo medieval fue derribado para dejar espacio al nuevo gran Seminario Obispal, obra del arquitecto lombardo Ferdinando Caronesi.Por la calle peatonal hay muchos aforismos sobre el silencio y la meditación en diferentes lenguas.