Enclavada en la rivera del río Pilde, a pocos kilómetros después de su nacimiento en el cercano paraje de Costalago y una vez pasado por el precioso paraje del Edigo.
Hacia 1855 las dependencias monásticas estaban en absoluta ruina pero la iglesia se mantuvo en buen estado hasta 1939.
Tras la guerra civil española, fue demolida, conservándose en la actualidad, tan solo, el muro oeste que cerraba la parte del coro y parte de la cerca que rodeaba las dependencias monásticas.
El expolio de este monasterio, tras la desamortización, fue muy grande ya que de los dos claustros no se conserva nada, como también ha desaparecido todo rastro de las dependencias, la hospedería y el palacio adosado al presbiterio.
Los platos más característicos de la zona son las patatas desechas, las patatas "a lo pobre" y el cordero asado.