Se cree que el nombre de Espejón ha derivado en tal denominación a partir de las palabras latinas specula y speculum, que podrían traducirse como torre o atalaya.
Queda claro con esto la función que tenían tanto Espejón como localidades próximas a él.
La zona en la que actualmente se ubica Espejón podría haber albergado núcleos poblados desde hace más de 6000 años, según describe J. M. Celorrio Romano, basándose en la obtención de hachas de piedra del periodo Neolítico y las condiciones del medio: corrientes fluviales, bosques, cuevas naturales, mamíferos para la caza y varios puntos elevados del terreno en la zona.
En esta época, apenas se llevarían a cabo pequeñas actividades agrícolas por las condiciones climatológicas de frío y el terreno poco propicio para ello.
Finalmente, los arévacos, más avanzados que sus vecinos del norte, acabaron dominando el territorio.
Ya en pleno siglo VIII, con la penetración de los árabes en territorio ibérico, su presencia se hizo notar, pero en menor medida que en otras zonas.
Es en estos años posteriores cuando el pueblo se asenta definitivamente en su ubicación actual.
Agricultura, ganadería, cantería, industria maderera, comercio y servicios, farmacia, hotel.
La localidad es conocida en el sector minero por su célebre cantera de mármol, que ya estuvo explotada en época romana.