Los grises generalmente son representados como humanoides diminutos de piel gris que poseen formas reducidas o carecen por completo de partes externas del cuerpo humano, como narices, oídos u órganos sexuales.
[3] Sus cuerpos usualmente representados con formas alargadas, pecho pequeño y escasa definición muscular o estructura esquelética visible.
[3] Los grises se representan con cabezas inusualmente grandes en proporción a sus cuerpos, sin vello corporal y sin orejas o narices perceptibles, en ocasiones con pequeñas aberturas u orificios en vez de orejas, fosas nasales o boca.
Con frecuencia se los describe como de menor estatura que los seres humanos adultos promedio.
En 1891, Kenneth Folingsby publicó una novela titulada Meda: A Tale of the Future (Meda: Una historia del futuro), en la que el narrador encontraba pequeños extraterrestres de piel gris con cabezas en forma de globo.
En 1893, H. G. Wells describió lo que creía sería la apariencia futura de la humanidad en su artículo The man of the year million (El hombre del año un millón), describiendo a los humanos sin bocas, narices o cabello, y con grandes cabezas (gracias a la creencia de que los cerebros humanos continuarían creciendo).
[7] Ya en 1917, el ocultista Aleister Crowley describió un encuentro con una "entidad preternatural" de nombre Lam que era similar en apariencia a los grises modernos.
[7] El arquetipo se vio reforzado aún más por las películas de ciencia ficción.
The Flying Saucers, por ejemplo, mostraba invasores alienígenas muy similares en apariencia a los modernos grises.
En una parte, Kottmeyer escribió que:Los ojos envolventes son una rareza extrema en las películas de ciencia ficción.
El parecido se encuentra muy favorecido por la ausencia de orejas, pelo y nariz en ambos alienígenas.
Estas personas afirmaron, durante y después del incidente, que tales seres tenían cabezas de gran tamaño y ojos rasgados, pero pocas características faciales distinguibles además de esto.
En 1988, Christophe Dechavanne entrevistó al ufólogo y escritor de ciencia ficción francesa Jimmy Guieu, durante un programa en vivo semanal de la televisión francesa, que en ese momento se titulaba "Ciel, mon mardi!"
En la entrevista, además de mencionar el Majestic 12, Jimmy Guieu describió la existencia de lo que llamó "los pequeños grises", que posteriormente se hizo más conocido en francés con el nombre: les Petits-Gris.
Sostuvo que se había encontrado un gris real y se le había hecho una autopsia en cámara en 1947, y que las imágenes publicadas contenían un porcentaje de tales escenas originales.
[3] Se afirma que esta mirada fija induce estados alucinógenicos o provoca directamente diferentes emociones.
[21] En 2005, Frederick V. Malmstrom, escribiendo en la revista Skeptic, volumen 11, número 4, presenta su idea de que los grises son en realidad recuerdos residuales del desarrollo durante la primera infancia.