Control mental

Se emplea en salud mental para el estudio de las reacciones en el pensamiento, el sentimiento y el comportamiento del ser humano.

Las técnicas cuya eficacia está científicamente demostrada se aplican para el desarrollo de la mente en todas sus facetas.

En cambio, el control mental sería mucho más sutil, sin abuso físico o amenazas directas, con mayor presencia de la manipulación y el engaño.

Para este fin, se ha utilizado desde hace mucho tiempo la propaganda[2]​ y la represión de cabecillas u organizaciones que piensen diferente.

Además de esta, se producen otros efectos en la persona, bien por el control mental o por los métodos para conseguirlo.

Puesto que el control es una técnica larga y compleja también lo es la desprogramación, por esa razón existen profesionales versados en la materia.