[7][8] El trato de «compañeros», característico del sindicalismo contemporáneo, se origina en los gremios medievales.
[9] En Europa y luego también durante la Edad Moderna en América, las corporaciones gremiales jugaron un papel importante durante la etapa precapitalista, pero estuvieron prohibidas en las primeras décadas desde que se conformó la sociedad capitalista, debido a que se consideraban contrarios a la libertad de mercado.
[11] La expresión "actividad gremial" se refiere a las acciones y servicios en beneficio del gremio, que realizan sindicatos, cámaras patronales, colegios profesionales, organizaciones mutuales y demás asociaciones de base gremial.
[17] Los gremios medievales de Europa poseían un ámbito local, tenían carácter obligatorio y estaban regidos por un estatuto especial.
La escala laboral de aquellos gremios medievales se estructuraba en tres niveles: aprendices, oficiales y maestros.
Los contratos tenían las siguientes cláusulas: Los oficiales constituían el peldaño intermedio del escalafón.
[20] En un mercado libre, los oferentes compiten por satisfacer la demanda básicamente a través de dos armas: el precio y la calidad.
La expansión de los gremios sería favorecida en el siglo xv en Aragón, mientras que en Castilla fueron prohibidos.
Por un lado, el período de aprendizaje se fijó entre cinco (por ejemplo, Francia) y siete (por ejemplo, Inglaterra, el Sacro Imperio Romano Germánico), dependiendo del país, mientras que, por otro lado, se estipuló para cada gremio cuántos aprendices podía formar un maestro.
Adam Smith sostiene en 1776, que un largo aprendizaje no puede garantizar una alta calidad de los productos producidos.
En lugar de que un largo aprendizaje alentara el arduo trabajo del aprendiz, los aprendices albergaban una aversión interna al trabajo si no se podía aprender nada nuevo.