Desde el comienzo González Carrasco se mostró contrario a la República y tomó parte en conspiraciones contra el nuevo régimen.
[8] En esa época ya se encuentra inmerso en una nueva conspiración militar que pretende derribar al gobierno de la República.
El 8 de marzo asistió en Madrid a una reunión junto a otros generales (Mola, Orgaz, Villegas, Fanjul, Franco, Rodríguez del Barrio, García de la Herrán, Saliquet y Ponte), en la que se acordó organizar un alzamiento militar que derribara al gobierno del Frente Popular recién constituido y “restableciera el orden en el interior y el prestigio internacional de España”.
[10] Sin embargo, el encargado de dirigir el levantamiento, el general Rodríguez del Barrio, se echó atrás en el último momento y la sublevación no tuvo lugar.
[11] Éste realizó a tal efecto varios viajes a la capital catalana para organizar la sublevación, pero ya fuera por las discrepancias con los oficiales conspiradores de la guarnición barcelonesa o por otras razones, estos solicitaron a Mola que fuera el general Goded el que dirigiera la sublevación catalana y no González Carrasco.
[14] En esa situación, González Carrasco y Barba huyeron de Valencia por mar, a escondidas.