Gobierno de José María Vargas

Vargas había sido derrocado y exiliado previamente durante la Revolución de las Reformas de 1835, la primera vez que se rompió el hilo constitucional.[1]​ Vargas le ganó al caudillo José Antonio Páez, resultando en la primera transición pacífica de la historia y la primera vez que gobernaba un civil, en este caso, un médico, profesor y escritor.Estos habían luchado en la independencia y creían que por este hecho tenían derecho a gobernar y participar también en las decisiones nacionales, lo que fue interrumpido con la llegada de Vargas.[3]​ La revolución le negó inicialmente la renuncia a Vargas,[4]​ derrocándolo posteriormente[3]​ y enviándolo al exilio en Saint Thomas.Vargas había facultado a Páez como comandante del ejército y este sofocó el levantamiento, restituyendo a Vargas.